Llueve sangre en el Domo de Cobre

La violencia, la locura y la furia de Slayer fueron los protagonistas en la presentación de la banda estadounidense en el Palacio de los Deportes el 21 de junio.
Cinco años fueron los que tuvo que esperar la banda metalera para poder deleitarse los oídos con estos hombres que, literalmente desgarran sus intrumentos en cada acorde.
Metaleros de la vieja y de la nueva, muy nueva escuela, se unieron para echar el desmadre en una velada que prometía mucho.
Sin decir 'Agua va', alrededor de las 9:25 un panel con el símbolo y el nombre de la banda comenzó a subir al escenario, en ese momento Kerry KIng, Dave LOmbardo, Tom Araya y el 'sustituto' Gary HOlt (de Exodus), en ausencia de Jeff Hanneman quien se recupera de una intervención quirúrgica, se presentaron en el escenario para derrochar energía con sus rolas.
World Painted Blood y Hate Worldwide fueron las canciones encargadas de abrir la jornada diabólica, la cual iría aumentando de furia con el paso de las canciones.
Con un precario español, Araya dio la bienvenida a 'la guerra' a todo su séquito de fans mexicanos, quienes pedían sin parar los clásicos de la banda, pero para éso todavía faltaba pasar por un campo minado lleno rolas de antaño, como WAr Ensamble y Chemical WArface, en donde el señor Tom olvidó la letra.
Las patadas y los golpes no se hicieron esperar y aunque los señores de Slayer no tienen mucho movimiento en el escenario, las canciones 'hablan' por sí solas y provocan una euforia colectiva, a la cual pocos, si no es que nadie, se puede resistir.
El slam y el headbang estuvo en su apogeo, rolas como Dittohead y DIscipline orillaron a que la banda se desquiciara...pero lo mejor no había llegado.
SLayer no daba tiempo ni para respirar, cuando la raza deseaba alzar la cabeza para respirar un poco de aire fresco, Araya, LOmbardo, KIng y Holt presentaban otra descarga de adrenalina, la cual iba directo a la cabeza y destrozaba cráneos, literal.
Al llegar Mandatori SUicide y Seasons in the Abyss la gente sabía que todo lo que había pasado antes era un ensayo de la masacre que se avecinaba...y así fue.
UN pequeñísimo encore de un minuto bastó para que los estadounidenses presentaron uno de los intros más conocidos en el mundo del metal, SOuth of Heaven había llegado, una rola perfecta para agarrar vuelo y cantar a todo pulmón.
De repente el juego de luces se tornó rojo, un rojo carmín que simulaba una lluvia, una perfecta lluvia de sangre, había llegado el Fuckin momento que muchos habían esperado, en donde la verdadera euforia se desato, slam por todos lados, gritos, patadas y caras de extasis en la mayor parte del auditorio, el intro con sonido de lluvia retumbó en todo el Palacio y la batería comenzó a sonar, habiamos llegado al infierno de la mano de Slayer y nos recibían con una lluvia de sangre, nos recibían con una de las rolas más conocidas, pero no por eso tranquila, RAINING BLOOD...
MOmento cumbre, por lo menos para mí SÍ (no me importa que me digan poser, me vale madres) y donde comprobé que SÍ podemos llegar a la experiencia interior en los conciertos de metal (súperdebraye mal pedo de mi trabajo de titulación)
Pero ahí no había terminado todo, tocó el turno de Black Magic y después, el himno de Slayer, la rola que nos llevó a conocer a la parca, Angel of Death cerró con broche de oro un concierto atascado y que no tuvo restricciones.
Falta decir que toda la banda sabe lo que hace en el escenario, aunque se notaban muy concentrados, Tom Araya y KIng sonreían de vez en cuando como diciendo 'MIra el pinche desmadre que arman estos cabrones', se notaban complacidos y éso, lo agradece el público.
Pero sí alguien se lleva las palmas, ese el Dave LOmbardo, es un verdadero maestro de la batería, tiene una fuerza impresionante, es un mounstro de la batería; el señor KIng impresiona con su sólo presencia (para que se lo imaginen: gordo, con cara de pocos amigos, barba larguísima y con tatuajes en su cabeza), pero es su trabajo con la guitarra lo que dejó a más de uno con la boca abierta.
MUchos salimos complacidos, otros terminaron sin zapatos, sin cabello o sin dientes, pero (hasta el momento) no conozco a nadie que haya ido al concierto y se haya quejado.
De webos, la verdad de webos, veremos como pinta el 2011 en cuestión de metal, pero para mí (por el momento) este concierto se lleva las palmas.


NOTA: (Originalmente este era el título que llevaría mi nota en el trabajo, pero por cuestiones de espacio se tuvo que cambiar).
NOTA2: ESTO ES TOTALMENTE SUBJETIVO, quería narrar MI experiencia en el concierto y mis impresiones.