viernes, 15 de enero de 2010

EL BUEN TRABAJO PERIODÍSTICO COMO ÚNICA OPCIÓN PARA LA REFLEXIÓN SOCIAL

Dolor, incomprensión, intolerancia y una libertad simulada con frases de políticos que aluden a la vida democrática que vive México. La esperanza de que algo pueda cambiar parece desvanecerse cada vez más. En los ojos de los ancianos y de los jóvenes ya no suele verse ese brillo de entusiasmo tan fácilmente, las palabras de ánimo y de aliento se escuchan apenas como un susurro.
Ya no se cree que la justicia vaya a hacer acto de presencia en los asuntos sociales impunes y a eso se suma que actualmente existen menos opciones donde el individuo pueda informase de manera certera.
El periodista, parece ser para muchos la opción viable y quizás única que ayude directamente con la formación de la tan ansiada ciudadanía. Los distintos actores sociales nos muestran diversas verdades que pueden o no agradarnos, pero la verdad periodística es la que menos se debe desdeñar, porque ella suele estar más apegada a la realidad.
El periodista actúa como ojo supremo de la sociedad, sin ser un juez ni un partidario de nada ni de nadie, pero sí un vocero, un informador de los sucesos que al ser del conocimiento general, seguramente ayudarán para la consolidación libre del criterio del individuo.
La ventaja más importante del periodista es que trabaja de afuera hacia adentro, su materia prima es lo que está a los ojos de todos pero que no siempre se tiene la facilidad de ver.
La gran responsabilidad periodística es serle fiel a la verdad, a aquello que es ansiado por todos y brindado por muy pocos hoy en día. Hablar con la verdad es una especie de llave que permite inmiscuirse en los asuntos políticos y sociales, la verdad es el fin último del individuo, y en las manos del periodista está la posibilidad de brindar los elementos necesarios para que cada quien conforme la propia.
La obligación social de esta profesión, de ninguna manera compromete su independencia ni su libertad; responde a una ética alejada del dinero, del poder… distante a intereses personales, a causas y a compromisos con causas… lejana a ideologías, partidos políticos y militancias.
El ejercicio periodístico tiene la enorme ventaja de poder decir e informar lo que otros ocultan o simplemente no están en posibilidad de decir.Es en ellos donde radica una confianza social para obtener información fidedigna, que reitero, ayude para la formación de un criterio propio, conlleve a la reflexión real y en consecuencia a la generación de opciones viables de movilización social.
Bravo por el buen periodista, para el que orgullosamente porte el título de tal, pues es este personaje, por muchos odiado y estúpidamente menospreciado, quien debe actuar como el provocador principal para que la sociedad salga de la anomía y analice su realidad, sólo de esta manera puede exigir un cambio auténtico.

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